¿Alguna vez te has preguntado por qué la mantequilla de los restaurantes de alta gama sabe mucho mejor que la que compras en el supermercado? Y te digo esto porque una vez estaba celebrando el aniversario de casados con mis esposa y fuimos mi esposa y yo, a la Isla Sur de Nueva Zelanda, específicamente a la ciudad de Queenstown y como estábamos de luna de miel después de treinta yo no se cuantos años, estábamos almorzando en un restaurant de lujo. El hecho fue que probé una mantequilla hecha con crema de carnero que estaba espectacular.

El hecho es que el secreto para una mantequilla de ensueño, está en la frescura y la calidad, dos factores que destacan al hacer mantequilla en casa. Es por eso que en este artículo te presento cinco razones contundentes por las que la mantequilla casera supera a la comprada en tienda:

Razón #1. Frescura que se siente
Cuando haces mantequilla en casa, disfrutas de su máxima frescura. La mantequilla comprada en la tienda puede tener semanas de antigüedad cuando llega a tu mesa. Ademas esta full de aditivos quimicos. Por el contrario, la mantequilla casera puede pasar de crema a untable en menos de 30 minutos. Esta frescura se traduce en un sabor más limpio y vibrante que la mantequilla de supermercado no puede igualar.

Razón #2. Control total sobre los ingredientes
Hacer mantequilla en casa te permite elegir los ingredientes. Puedes optar por crema de alta calidad, orgánica y de vacas alimentadas con pasto, lo que da como resultado una mantequilla no solo más sabrosa, sino también potencialmente más nutritiva. Tambien puedes mezclar las cremas: puedes usar crema de leche de vaca y crema de leche de cabra para hacer una mantequilla con un sabor mas picante. Muchas mantequillas comerciales usan solo crema de vacas criadas de forma convencional e incluyen aditivos para mejorar la consistencia o prolongar su conservación.

Razón #3. Sabores personalizables
La mantequilla casera es un lienzo en blanco para tu creatividad culinaria. ¿Quieres mantequilla de ajo? ¿Con hierbas? ¿Con miel? Al hacerla tú mismo, puedes infusionarla con cualquier sabor que desees. Las mantequillas saborizadas comerciales a menudo contienen saborizantes artificiales o conservantes, mientras que las versiones caseras tendrán sabores puros y naturales.

Razón #4. Textura perfecta
La textura de la mantequilla casera es algo especial. Tú decides cuánto tiempo batirla, lo que te permite obtener desde una consistencia súper suave hasta una textura más rústica con pequeños sólidos de leche. Muchos encuentran que la mantequilla casera se unta más fácilmente y se derrite de manera más uniforme que las opciones compradas en tienda.

Razón #5. La satisfacción de hacerlo tú mismo
Hay algo intangible en los alimentos que preparas por ti mismo: simplemente saben mejor por el esfuerzo y el cariño que les pones. La sensación de orgullo al untar tu propia mantequilla casera en pan caliente o verla derretirse sobre vegetales añade un nivel extra de disfrute que ningún producto de tienda puede replicar.

Lo que quiero que entiendas es que  aunque la mantequilla comprada en el supermercado  tiene su lugar, no se puede negar el sabor, la calidad y la satisfacción superior que provienen de la mantequilla artesanal. Una vez que experimentas la diferencia, puede que te cueste volver a las variedades comerciales. 

¿Por qué no intentarlo? ¡Tus papilas gustativas te lo agradecerán!

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